"Hay melodías espirituales.
imperceptibles para seres sin alma,
solo seres espirituales las escuchan,
letras celestiales,
música de ángeles
que gritan sin parar
las baladas de un Dios muerto.
Viviendo en el cielo del infierno
mientras todos duermen
mientras nadie sueña.
Aquella hamaca, de aquel día, de todos los días
se abalanza, lento y sin prisa
observando ligeramente el mar,
hablando con el, pensando con el
es un rostro en el va y ven de la vida
tan impermanente como mi mente
tan perfeccionista como el destino.
Se vacía solo para llenarse,
se cansa para recuperarse,
como un personaje de acción,
como una banda sin una canción,
la vida te enseña
la vida te cambia
confía, y no te quedes sentado
¡lucha y crece!
como la sombra de la luna en el mar."
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