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miércoles, 17 de mayo de 2017

TRAGOS ( I )

Juegos de amor transformados en azar,
como las historias que nos van contando
las gotas de lluvia, mientras golpean con
sutil delicadeza las cálidas mejillas de aquella
dulce silueta, paralizada, observando detenida-
mente el atardecer, que la transforma en
recuerdos casi olvidados, en estrellas con
brillo eterno, las que siempre en las mentes,
serán recordadas.

Son como cárceles paradisíacas,
donde los deseos y los grandes sueños
materiales se hacen realidad, pero no
son gratis, disfrutan riéndose,
mientras te cagan tu libertad.

¿Vale la pena algo así?, vender la
paz, como las putas venden su
dignidad, canjear la tranquilidad,
por encierros mentales, que se muestran
con cara de lealtad, con animaciones
y con bellos colores.

Laberintos emocionales, que se apoderan
del inconsciente, cambiando la visión
de lo real, de lo humano, de la verdad
espiritual, del ser uno con uno mismo,
de ligar nuestra alma y mente, de saber
que somos nuestro propio Dios,
del cerrar los ojos oscuros,
para abrirlos con luz.

La pasión de un ser extraño,
por las cosas cotidianas, como la
lluvia en invierno, o el sol en verano,
se deleita observando un ave volar,
medita escuchando las melodías intrin-
secas del viento, canta para liberarse
de todo mal, se involucra con su pensar,
imaginando, creando, amando y
despertando.

6/04/2017

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