Las nubes no se detienen,
es raro no verlas por acá,
desde tiempos ya inmemorables,
con ellas siempre te vas,
no conozco los detalles,
así empiezan a florecer,
la imaginación absurda,
las palabras vagas y necias,
de algunos pocos poetas.
Queriendo ser una nube estas,
obsérvalas detenidamente,
no tienen prisa ni calma,
no saben de amor ni de odio,
llevan silbidos y cantos,
ruidos silenciosos,
y mensajes de gozo.
Esperando cosas que no pasaran,
muriendo lentamente,
en una alcoba de esta gran ciudad,
están las pasiones y el olvido,
esperando alguna explicación,
lamentando la vida,
sin creer en el perdón...
09/11/2016
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